6 cosas que nunca hay que decir en una entrevista de trabajo

Desde los deslices verbales hasta el exceso de información, no eches a perder tu entrevista con estos errores comunes.

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Tu duro trabajo de presentación de solicitudes de empleo ha dado sus frutos. La empresa en la que esperas trabajar se ha puesto en contacto para concertar una entrevista de trabajo.

Ahora es momento de preparar todo lo que vas a decir, o mejor dicho, lo que no vas a decir.

Las entrevistas de trabajo pueden ser muy angustiosas. Mientras que algunos solicitantes de empleo hacen declaraciones inapropiadas que conducen a un fracaso épico, los preparadores profesionales y los directores de contratación dicen que los errores más comunes incluyen:

  • compartir demasiado en un esfuerzo sincero por ser honesto y
  • dejar una mala impresión al no comunicar que eres un buen candidato para la organización.

No vayas a la reunión o a la videollamada sin estar preparado y desperdicies el esfuerzo.

Revisa esta lista respaldada por expertos de todas las cosas que no se deben decir en una entrevista de trabajo.

No digas estas cosas en una entrevista de trabajo

entrevista de trabajo

1. “Realmente necesito este trabajo”.

Demostrar que estás desesperado te coloca en una posición de debilidad. Los empleadores quieren contratar a personas organizadas y con confianza en sus capacidades, no a la persona con la mejor historia triste.

Obviamente, necesitas un trabajo, pero ¿por qué debería el entrevistador darte ese trabajo?

En lugar de decir que realmente necesitas el trabajo, piensa bien por qué quieres este puesto concreto. Expresa cómo los requisitos del trabajo resuenan contigo y encajan con tus puntos fuertes y débiles.

2. “Fuera del trabajo, me gusta pasar mi tiempo…”

Puede que te entusiasme tu reciente viaje a Etiopía, tus legendarias habilidades con los videojuegos o tus tres gatos, dos perros y una tortuga, pero a la persona que te está entrevistando probablemente no le importe.

Una entrevista de trabajo es una oportunidad para demostrar el valor que aportas a la empresa y cómo encajarás en el equipo.

Es importante proporcionar un contexto sobre el tipo de empleado que serás y los valores que impulsan tu trabajo, pero el entrevistador no necesita la historia de tu vida.

Relaciona las anécdotas que compartas con el puesto e intenta no desviarte del tema. En todo caso, mantén tus respuestas concisas, ya que normalmente tienes poco tiempo para demostrar que eres el mejor candidato.

3. “Háblame de tu empresa”.

Entre los consejos comunes de las entrevistas de trabajo, oirás hablar mucho de este error.

Uno de los mayores errores que puede cometer la gente es llegar a una entrevista sin una idea clara de por qué quieren trabajar para la empresa.

Los empleadores buscan personas que compartan sus objetivos y valores, no cualquiera que busque ganar dinero o ascender a su próximo trabajo.

Es importante hacer preguntas, pero las preguntas que hagas en una entrevista deben ser específicas.

Antes de acudir a la sesión, investiga un poco en el sitio web de la empresa. Asegúrate de que entiendes las funciones del puesto y cómo encajan en la empresa, y conoce qué aspectos de tu personalidad y experiencia te hacen encajar perfectamente.

4. “Mi mayor debilidad es que trabajo demasiado”.

entrevista de trabajo

A los entrevistadores les encanta preguntar a los candidatos a un puesto de trabajo sobre sus debilidades porque las respuestas dicen mucho sobre las habilidades de los solicitantes, su capacidad para superar las dificultades y su personalidad.

Seamos sinceros, nadie es perfecto. Vas a tener puntos fuertes y débiles para cualquier trabajo.

Aunque es tentador dar una respuesta demasiado ensayada al hablar de tus puntos débiles, parecerás deshonesto.

Y aunque los asesores profesionales dicen que no debes hablar demasiado de ti mismo de forma negativa, tampoco debes citar una “debilidad” que en realidad sea un autocomplaciente mal disimulado.

Tacha esto: “Mi mayor debilidad es que soy perfeccionista”.

En su lugar, céntrate en las habilidades que quieres mejorar y potenciar a través del puesto.

5. “Sé que hay un vacío en mi currículum, pero…”

La experiencia viene en muchas formas. Tanto si hay un periodo en el que estuviste desempleado como si tu historial laboral no coincide directamente con todas las habilidades deseadas para el puesto, no tienes que ofrecer esas cosas en la entrevista.

No descartes tu experiencia antes de que lo hagan los entrevistadores. Si empiezas con tus cualidades negativas, puede que eso sea lo principal que recuerden de ti.

Y si surge una pregunta sobre esas cuestiones, la entrevista es tu oportunidad para unir los puntos de tu currículum y explicar cómo tu experiencia es perfecta para el puesto.

Intenta relajarte y fingir hasta que lo consigas, como dice la gente, aunque no te sientas muy seguro de ti mismo. Recuerda que ya están interesados en ti. Por eso has conseguido la entrevista.

6. “Um, sí… como… realmente, uh…”

A veces no se trata de lo que dices, sino de cómo lo dices. La jerga, los coloquialismos y un tono super casual pueden estar bien cuando hablas con amigos. Pero no en un entorno profesional.

Si eres demasiado informal o utilizas muchas palabras de relleno al hablar, podrías transmitir al entrevistador que no sabes de qué estás hablando.

Y lo que es peor, puede dar la impresión de que no estás muy interesado en el puesto.

Intenta grabarte para escuchar cuándo se te escapa un “um” o un “me gusta”. Asegúrate de que tu lenguaje corporal y tu tono de voz sean positivos y proyecten confianza. Además, no digas palabrotas.

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