Resultados dados a conocer de un estudio sobre la semana laboral de cuatro días de investigadores de
- el University College de Dublín,
- la Universidad de Cambridge y
- el Boston College
Revelaron que el 96,9% de los empleados de las 27 empresas participantes dijeron que les encantaría que continuara la prueba.
Esto se produce después de que pruebas significativas ya hayan indicado que el bienestar y la productividad de los empleados mejoran en gran medida cuando los trabajadores reducen su jornada de 40 a 35 o 36 horas semanales.
En el estudio más reciente, empleados de Norteamérica e Irlanda redujeron su jornada laboral media a poco más de 32 horas semanales, por término medio. Y aun así declararon sentirse más productivos, por no hablar de que dormían y hacían más ejercicio.
Las empresas participantes también declararon haber aumentado sus ingresos, y cerca de dos tercios de las organizaciones participantes afirmaron que seguirán con el modelo de cuatro días.
La mayoría de las demás afirmaron que piensan continuar, pero que aún no han tomado una decisión definitiva.
La productividad no se ha resentido
Kristi Piehl, directora general de Media Minefield, implantó este verano en su empresa una versión modificada de la semana laboral de cuatro días. Y sus resultados son similares a los del estudio:
Tras tres meses de aplicación del nuevo modelo, el 98% de sus empleados afirma que el cambio ha mejorado su calidad de vida. La productividad no se ha resentido. Ha aumentado.
Media Minefield ha ganado solicitudes de propuestas en búsquedas nacionales “de una forma que no habíamos conseguido en el pasado”, afirma.
Piehl añade que no sólo sus empleados dicen que su vida es mejor, sino que, en una reciente fiesta de Navidad, sus parejas le dijeron que su vida había mejorado al tener a sus parejas más disponibles en casa.
“Ahora me parece fascinante, porque cada vez lo hacen más empresas de distintos sectores y en distintos países”, explica. “No es sólo: ‘Esto funcionará en un sitio’ o ‘Esto funcionará en un tipo de empresa’. Esto funciona”.
Aun así, sabe que puede ser difícil de vender para otros directores generales. Cuando anunció este cambio en su propia empresa, se encontró con un “silencio atónito”, pero se había preparado para ello.
Disfrutar de sus horas cuando quieran
Dio a sus trabajadores un mes para decidir cómo empezarían a utilizar sus horas reducidas.
Algunas empresas dan a sus empleados un día libre a la semana, pero Piehl modificó su planteamiento para que los empleados de Media Minefield pudieran disfrutar de sus horas cuando quisieran, de forma que se ajustaran a sus otros compromisos o intereses.
“Para nosotros, la flexibilidad consiste en determinar cuál es la mejor forma de servir a tu cliente, a tu equipo, a las redes sociales, a la prensa o a cualquier otra función de tu trabajo, e integrarlo en tu vida y en cómo es tu vida esa semana”, explica.
“Y así hemos visto a gente trabajando menos horas y hemos visto el mismo rendimiento como agencia”.
Entre sus colegas, Piehl ha observado reticencias al momento de adoptar el movimiento hacia una semana laboral de cuatro días. Pero añade que el aumento de la flexibilidad del trabajo desde casa durante la pandemia ha demostrado:
- que modelos de trabajo antes inauditos aún pueden producir productividad.
“Sospecho que hará falta que algunas grandes empresas hagan públicos sus datos financieros. Para que otras superen el miedo y den el salto”, reflexiona. Y añade que el interés de la Generación Z por el equilibrio entre vida personal y laboral empujará la balanza.
“Quieren tener un impacto y ser dueños de su tiempo y de su vida. Quieren experiencias y van a ser capaces de que los mejores talentos vayan a donde puedan tener su mejor vida. Y cuando los mejores talentos vayan a empresas que hagan esto, tendrán mejores resultados empresariales”.
El cambio llevará tiempo a gran escala, reconoce. Pero para empresas como la suya ya es una liebre, y va viento en popa.