¿Cómo ayudar a tu hijo a superar la ansiedad de la vuelta al cole?

La ansiedad y las preocupaciones son comunes. Los niños y adolescentes ansiosos se preocupan por muchas cuestiones relacionadas con la escuela

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Los sentimientos de ansiedad son normales y esperables en épocas de transición o cambio.

Esto es especialmente cierto en el caso de los niños y adolescentes que vuelven a la escuela. O en el de los niños que empiezan el jardín de infancia por primera vez.

Esta transición puede ser estresante y perturbadora para toda la familia. Antes del primer día de escuela, su hijo ansioso puede aferrarse, llorar, tener rabietas, quejarse de dolores de cabeza o de estómago, retraerse y volverse huraño o irritable.

Las preocupaciones son comunes. Los niños y adolescentes ansiosos se preocupan por muchas cuestiones relacionadas con la escuela, como los profesores, los amigos, la adaptación y/o el alejamiento de sus padres.

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Algunas de las preocupaciones más comunes son:

  • ¿Quién será mi nuevo profesor?
  • ¿Y si mi nuevo profesor es malo?
  • ¿Estará alguno de mis amigos en mi clase?
  • ¿Encajaré?
  • ¿Está bien mi ropa?
  • ¿Pareceré estúpido?
  • ¿Con quién me sentaré en la comida?
  • ¿Si pierdo el autobús?
  • ¿Y si no puedo entender las nuevas tareas escolares?
  • ¿Y si le pasa algo malo a mamá o a papá mientras estoy en el colegio?

Aunque es normal que tu hijo tenga preocupaciones, es fundamental que asista a la escuela.

Evitar la escuela sólo aumentará y reforzará los temores de su hijo a largo plazo, y hará cada vez más difícil su asistencia.

Además de perder el trabajo escolar, los niños y adolescentes que se quedan en casa a causa de la ansiedad pierden:

  • valiosas oportunidades para desarrollar y practicar las habilidades sociales
  • importantes oportunidades de éxito y dominio
  • ser reconocidos y elogiados por sus talentos
  • fomentar la amistad con los compañeros de clase

¿Cómo hacer frente a las preocupaciones de la vuelta al cole?

A continuación se exponen algunas estrategias generales que los padres pueden utilizar para hacer frente a las preocupaciones de la vuelta al cole, seguidas de un cronograma hasta el primer día de clase.

CUIDAR LO BÁSICO.

Nadie se enfrenta bien cuando está cansado o tiene hambre. Los niños ansiosos suelen olvidarse de comer, no tienen hambre y no duermen lo suficiente.

Durante este tiempo, también hay que establecer rutinas regulares, para que la vida sea más predecible para el niño.

Estas rutinas pueden referirse a los hábitos matutinos y a la hora de acostarse, así como a los horarios de comida.

ANIMA A TU HIJO A COMPARTIR SUS MIEDOS.

Pregúntale qué es lo que le preocupa. Dile que es normal que esté preocupado. Antes y durante las primeras semanas de colegio, establece un horario y un lugar regulares para hablar.

Algunos niños se sienten más cómodos en un espacio privado con toda la atención (por ejemplo, antes de acostarse o durante la comida).

Los adolescentes suelen agradecer algún tipo de distracción para reducir la intensidad de sus preocupaciones y sentimientos (como ir en coche o dar un paseo).

EVITA DARLES SEGURIDAD… EN SU LUGAR, ¡RESUELVE EL PROBLEMA Y PLANIFICA!

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Los niños suelen buscar la seguridad de que no ocurrirán cosas malas para reducir su preocupación. No les asegures con un “¡No te preocupes!” o “¡Todo irá bien!”.

En su lugar, anima a tu hijo a pensar en formas de resolver el problema. Por ejemplo, “Si ocurre (lo peor), ¿qué podrías hacer?” o “Pensemos en algunas formas de manejar esa situación”.

Esto te da la oportunidad de entrenar a tu hijo sobre cómo afrontar (e interpretar) situaciones de miedo tanto reales como imaginarias.

También estarás dando a tu hijo las herramientas que necesita para afrontar una situación inesperada que pueda surgir.

He aquí un ejemplo donde tu hijo participa en la resolución de problemas y en la planificación (en lugar de tranquilizarlo):

Haz un juego de rol con tu hijo.

A veces, representar una situación determinada con tu hijo puede ayudarle a elaborar un plan y a sentirse más seguro de que será capaz de manejar la situación.

Por ejemplo, deja que tu hijo haga el papel del profesor exigente o del compañero acosador. A continuación, modela las respuestas adecuadas y las técnicas de afrontamiento para ayudar a tu hijo a calmarse.

Concéntrate en los aspectos positivos.

Anima a tu hijo a desviar la atención de las preocupaciones y/o ansiedad hacia los aspectos positivos.

Pregúntale a tu hijo: “¿Cuáles son las tres cosas que más le entusiasman de su primer día de clase?”.

La mayoría de los niños pueden pensar en algo bueno, aunque sea comer una merienda especial o volver a casa al final del día.

Lo más probable es que los aspectos divertidos se estén pasando por alto por las preocupaciones repetitivas.

Presta atención a tu propio comportamiento.

A los padres les puede provocar ansiedad ceder el cuidado y la responsabilidad de su hijo a los profesores.

Los niños reciben señales de sus padres, así que cuanta más confianza y comodidad pueda usted demostrar, más entenderá su hijo que no hay razón para tener miedo. Se comprensivo pero firme.

Cuando te despidas por la mañana, hazlo con alegría. Asegúrate de no recompensar las protestas, los llantos o las rabietas de tu hijo permitiéndole evitar ir al colegio. En su lugar, en un tono tranquilo, di: “Veo que ir al colegio te da miedo, pero aun así tienes que ir. Dime qué te preocupa para que podamos hablar de ello”.

Lo más probable es que tu hijo esté ansioso por algo que requiera un poco de resolución de problemas, juegos de rol, planificación y/o participación del profesor.

Cronología previa al primer día de clase
(Puede que no sea necesario seguir todos estos pasos)

Al menos una semana antes:

  • Inicie a tu hijo en la rutina del día escolar: despertarse, comer y acostarse a horas regulares. Explícale que todos los miembros de la familia deben adaptarse al nuevo horario, para que no se sienta solo con estos cambios.
  • Para los niños mayores que tengan problemas para levantarse y salir de la cama, dales un despertador de “persona mayor” y deja que practiquen su uso.
  • Pide a tu hijo que te ayude a planificar los almuerzos escolares de la primera semana.
  • Elaboren juntos una lista de material escolar y planifiquen una divertida excursión de compras.
  • Enséñale y practiquen las habilidades de afrontamiento que puede utilizar cuando se sienta nervioso, como por ejemplo ¿Cómo hacer una respiración tranquila? y ¿Cómo desarrollar y utilizar tarjetas de afrontamiento cognitivo?

Un par de días antes del colegio:

  • Ve al colegio varias veces: andando, en coche o en autobús. En el caso de los niños pequeños que toman el autobús escolar, describe y dibuja la ruta del autobús, incluyendo por dónde va y cuánto tiempo tarda en llegar a la escuela. Habla de la seguridad en el autobús.
  • En el caso de los nuevos alumnos, haz un recorrido por la escuela. Muéstrele las aulas, la cafetería y los baños. Si es posible, intenta reunirte con el profesor de tu hijo, con él presente.
  • Pide a tu hijo que te ayude a elegir la ropa para la primera semana de clase. Deja que tu hijo se ponga su ropa favorita el primer día. Sentirse bien consigo mismo ayuda a reducir los niveles de ansiedad.
  • Junto con tu hijo, preparen la mochila escolar la noche anterior, incluyendo las golosinas.
  • Para los niños más pequeños que se ponen nerviosos al separarse, sugiere que lleven al colegio un objeto especial que le recuerde a su casa. Una nota tranquilizadora en el almuerzo del niño también puede ayudar a calmar la ansiedad por la separación.

El primer día de colegio:

  • Haz que tu hijo vaya al colegio con un amigo durante los primeros días.
  • Dile al profesor que tu hijo tiene algo de ansiedad por separación: la mayoría de los profesores son expertos en esta materia y tienen años de experiencia.
  • Lo más importante es que elogies y premies a tu hijo por su comportamiento valiente.

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