Un nuevo chatbot ha saltado a las noticias. Mucho se debate sobre sus implicaciones en el futuro de la inteligencia artificial. A finales de noviembre de 2022, OpenAI, con sede en San Francisco, anunció el lanzamiento del último de una serie de chatbots cada vez más “inteligentes” que Internet ha visto en la última década, llamado ChatGPT.
Al parecer, este chatbot ha dado pasos de gigante y muchos lo consideran el “más inteligente” hasta la fecha.
¿Qué ha ocurrido?
Los chatbots desempeñan multitud de funciones en las empresas. Aunque hasta la fecha se han utilizado principalmente para diversos servicios de atención al cliente.
Algunos ayudan a
- hacer reservas, otros
- tienen árboles de menús para ayudar a resolver los problemas de los clientes con un producto y
- algunos incluso ofrecen respuestas sugeridas en las conversaciones.
Empresas tecnológicas de distintos sectores se han apresurado a mejorar la calidad de sus chatbots. Se enfrentan a problemas comunes como atascarse en bucles, tener dificultades para reconocer entradas o, en el peor de los casos, adoptar enfoques muy sesgados y discriminatorios de tareas o conversaciones basados en el aprendizaje algorítmico (famosos son el bot de Twitter Tay de Microsoft y, más recientemente, Blenderbot 3 de Meta).
La tarea principal ha consistido en aprender rápidamente y evolucionar para responder con eficacia a las consultas humanas. Y que al mismo tiempo sea capaz de discernir lo que nosotros, como humanos, consideraríamos “moralmente aborrecible”.
O incluso zonas grises con las que las empresas probablemente no querrían estar asociadas.
¿Por qué ChatGPT es diferente?
ChatGPT ha causado revuelo por su capacidad para entender el lenguaje natural y ofrecer una respuesta menos robótica.
Utiliza la plataforma de inteligencia artificial de la empresa, que incluye modelos lingüísticos de primera clase y es capaz de “recordar” aspectos previos de la conversación.
También es capaz de filtrar solicitudes discriminatorias o inapropiadas e ignorarlas. Gracias a las capacidades de la infraestructura de OpenAI, el chatbot se nutre de grandes cantidades de datos en línea.
Temas de sensibilización comercial
La moral de la IA
Cada vez es mayor la presión para desarrollar un código ético de trabajo para la IA. Ya que ésta sigue recibiendo enormes inversiones y dando pasos importantes, en una serie de funciones diferentes.
Los experimentos han puesto de manifiesto el riesgo de parcialidad inherente a la IA. Si el creador es de una determinada raza, sexo u orientación sexual, ¿puede haber garantías de que la IA que cree no comparta su visión inherente del mundo (incluidos, potencialmente, los prejuicios)?
Por ejemplo, en el campo del reconocimiento facial, donde varias pruebas demostraron cómo los programas desarrollados en Norteamérica y Europa tenían dificultades para distinguir entre los rasgos faciales de otras etnias.
Además de la aportación del creador de la IA, también está el riesgo que supone tener una IA que aprende de todo lo disponible en Internet. Tay, un bot de Twitter de Microsoft, se lanzó en 2016 e inmediatamente fue bombardeado con insultos racistas y lenguaje discriminatorio.
En menos de un día, Tay estaba adoptando los mismos puntos de vista y lenguaje de odio a los que estaba expuesto.
Incluso con ChatGPT, que se anunció que disponía de un filtro para evitar este tipo de situaciones, una instancia llevó a que generara una respuesta con estereotipos de género y lenguaje despectivo.
¿Cuáles son las implicaciones de ChatGPT para los empleos humanos?
Uno de los empleos que podrían verse afectados sería el de atención al cliente.
Actualmente suelen ser un híbrido de un chatbot rudimentario para determinar la naturaleza de la consulta del cliente. Con una persona disponible si el chatbot es incapaz de dirigir al usuario a una respuesta satisfactoria.
En este modelo actual, los humanos son retenidos para cuestiones más complejas en las que son necesarios. Mientras que las preguntas que podrían ser respondidas con una simple búsqueda a través de las preguntas frecuentes pueden ser manejadas por el chatbot.
Para las empresas, esto puede ayudar a liberar a las personas que trabajan en el departamento de atención al cliente. Asi pueden ayudar más rápidamente a quienes lo necesitan, en lugar de crear largos tiempos de espera mientras se ocupan de consultas básicas.
Una IA más desarrollada reduciría aún más la necesidad de intervención humana en las interacciones de atención al cliente. Lo que podría llevar a las empresas a recortar puestos de trabajo en una economía difícil.
Otra función que podría verse afectada es la de los investigadores o las funciones centradas en el conocimiento.
Un chatbot avanzado mejoraría aún más nuestra capacidad para obtener información compleja. Potencialmente con una interfaz capaz de destilar estas ideas en términos sencillos.
Y tu ¿que opinas de toda esta revolución? Deja un comentario y comparte con la comunidad y otros estudiantes.
