La práctica de Mindfulness puede aumentar el rendimiento en el trabajo y en la vida. Conocido por alimentar la positividad, mejorar la concentración y reducir el estrés, también es esencial para el desarrollo de la inteligencia emocional.
Pero, ¿qué es el mindfulness? Todos hemos oído la palabra de moda, pero aparte de los vagos vínculos con la meditación y quizás la relajación, pocos sabemos mucho sobre ella.
En pocas palabras, Mindfulness es la conciencia en el presente, un enfoque momento a momento.
No es algo que se nos enseñe, pero muchas de las técnicas pueden ser cosas que ya hacemos a veces.
Afortunadamente, no hay una sola manera de practicar Mindfulness. Tampoco requiere mucho tiempo, por lo que es fácil de incorporar a nuestra vida cotidiana. El Mindfulness puede practicarse simultáneamente con las tareas diarias. Es una habilidad que se puede aprender.
El mindfulness tiene tres elementos principales que ayudan a su práctica: la mente, las emociones y el cuerpo.
Comprenderlos hace que el uso de mindfulness sea mucho más sencillo y fácil.
Hemos creado una lista de consejos sobre estas categorías y más, para ayudarte a reducir la ansiedad, mejorar la concentración y desarrollar una mayor paz mental.
1. Atención relajada
Si te sientes aburrido, triste, irritado, enfadado o frustrado, presta una atención relajada a la emoción, como si estuvieras observando a una persona ajena. Esto puede difuminar la emoción negativa y ayudarte a calmarte.
2. Lleva un diario
Empieza tu mañana escribiendo o concluye el día en la página. Céntrate en los detalles sensoriales.
O escribe sobre tu vida como un observador pasivo. Esto le ayudará a limitar el juicio mientras comprueba sus emociones y pensamientos en la página. También puede ayudar a tomar conciencia de las emociones.
3. Repite una afirmación positiva
Es fácil salirse por la tangente de los pensamientos negativos. Una buena manera de revertir esto es repitiendo una afirmación positiva.
La concentración en la repetición es una práctica de Mindfulness y tiene el beneficio añadido de hacerte sentir más positivo.
4. Practica las relaciones conscientes
Aunque el mindfulness es una actividad muy introspectiva, puede tener un impacto positivo en nuestras relaciones.
Piensa en cosas que puedas hacer por los demás. Incluso los pequeños actos de tipo mejorarán tus relaciones y te ayudarán a mejorar tu compasión.
5. Escucha a la gente
Aunque la persona que te habla sea la más aburrida que hayas conocido, ofrece un escenario ideal para practicar una conversación consciente.
En lugar de pensar y juzgar lo que están diciendo, prueba a escucharles de forma consciente, prestando una atención relajada a lo que están diciendo.
6. Mira a la gente
Una forma estupenda de mejorar una relación es centrarse en alguien y mirarle de verdad. Mantén el contacto visual, pero permite que tus ojos se alejen de su rostro en ocasiones. Intenta mirar sin juzgar.
Como todas las habilidades de mindfulness, esto es algo que se consigue con el tiempo.
7. Centrarse en el momento
Este ingrediente es bien conocido por ir de la mano de Mindfulness. Hay muchas formas de hacerlo a continuación.
Pero un consejo básico es dejar de comparar el presente con el pasado y centrarse en lo bueno del momento.
Puede ser tan sencillo como agradecer el café de la mañana o el buen tiempo. También puede ser tan sencillo como centrar tu atención en una tarea que estés realizando.
8. Observa la actividad mental
Al ser consciente de la actividad mental es fácil ganar perspectiva sobre tus pensamientos.
Puedes hacerlo dirigiendo la atención a lo que ocurre en tu mente en el presente.
9. Meditación
Hoy en día, la meditación no sólo la practican los yoguis y los budistas, sino que cada vez es más popular entre los profesionales de todo el mundo.
La razón es sencilla: la meditación reduce el estrés y nos ayuda a concentrarnos. Las técnicas de meditación pueden aplicarse al Mindfulness durante el día.
10. Meditación de cuatro minutos
¿Cómo se hace? Puede parecer intimidante, pero empieza a meditar durante periodos cortos de tiempo. Programa tu alarma para cuatro minutos.
Siéntate cómodamente, cierra los ojos, respira de forma natural, concéntrate en cómo respiras y en cómo se mueve tu cuerpo, si tu mente divaga vuelve a tu respiración, y continúa hasta que pasen los cuatro minutos.
Las primeras veces puede resultar difícil permanecer sentado, pero al cabo de un tiempo te resultará más fácil y pronto querrás añadir más minutos.
11. Meditación de Mindfulness
Este tipo de meditación consiste en observar cualquier pensamiento errante sin juzgarlo ni involucrarse.
Es más difícil de lo que parece, pero se hace más fácil con la práctica. Si se realiza a lo largo del día, puede aliviar en gran medida el estrés.