Desde el 24 de febrero de 2022, nuestro curso habitual de trabajo ha cambiado drásticamente. Estas seis reglas de liderazgo en situaciones de crisis han ayudado a nuestro equipo principal.
Hemos tenido que evacuar a nuestro equipo ucraniano a regiones seguras de Ucrania y del extranjero.
Esta experiencia se ha convertido en la crisis más desafiante para nuestra empresa. Los tiempos de Covid-19 parecen ahora sólo una preparación para la dura realidad militar de hoy.
Pero ahora, más de medio año después nuestro equipo se ha estabilizado.
No hemos tenido ningún tiempo de inactividad en las operaciones e incluso hemos acelerado nuestro crecimiento.
Creo que el liderazgo decisivo es el secreto para atravesar una crisis y adaptarse a una nueva realidad. Y los directivos de mi empresa, así como el equipo en general, afrontaron plenamente este reto.
Y además a cada uno de los empleados a mantener el negocio a pesar de los horrores de la guerra.
Regla nº 1: Fomentar una cultura de liderazgo a todos los niveles
Dirigir a todos los niveles: eso significa que cada miembro del equipo debe asumir la responsabilidad de su trabajo.
¿Pero cómo se consigue esto? Cuando la mayoría de la gente suele querer que alguien le diga lo que tiene que hacer.
La respuesta está en el principio de la escalera de control descrito en el libro Turn the Ship Around! De David Marquet.
Su punto principal es empujar la autoridad a un nivel tan bajo como sea posible. Animando a la gente a asumir responsabilidades. Su principal secreto es un ligero cambio en el lenguaje que suele utilizar tu equipo.
Si tus empleados preguntan a un directivo qué debe hacer, toda la carga recae sobre los hombros del directivo.
Puede ser más fácil y rápido a corto plazo. Pero el equipo se siente menos responsable, comprometido y motivado a largo plazo.
Pedimos a la gente que empiece sus peticiones con “Tengo la intención de…” y añada la información pertinente para que lo único que tenga que decir el directivo sea “Muy bien”. Esto marca una verdadera diferencia.
La gente empieza a asumir su responsabilidad y se involucra, se convierte en la verdadera fuerza motriz de la empresa.
Esta estrategia de liderazgo funciona a todos los niveles, desde los altos cargos hasta los juniors.
Al fomentar el ascenso en la escala de control, se construye una cultura de liderazgo en la que los líderes hacen surgir nuevos líderes.
Esta regla es la primera y más importante; sin ella, no pasaríamos la prueba de la guerra.
Regla nº 2: Centrarse en las personas
Todas las decisiones empresariales cruciales y el crecimiento son mérito de las personas, no de una estrategia o un instrumento.
Por eso, cualquier líder sabio debe invertir en el equipo, en su crecimiento y en su sensación de seguridad. Para asi lograr el crecimiento de la empresa.
Las investigaciones demuestran que:
- la seguridad psicológica en el trabajo, cuando las personas pueden actuar y hablar sin miedo, es un motor crucial para:
- la eficiencia de los empleados y
- las relaciones saludables en el trabajo y una mayor motivación.
En última instancia, es la base para una toma de decisiones eficaz.
Pero una crisis grave puede echar por tierra todos sus esfuerzos por construir la seguridad psicológica en tu empresa.
Por lo que debes dejar en segundo plano durante un tiempo todo lo que no ayude a la gente a estabilizarse y centrarse en apoyar al equipo. Primero las personas, luego el negocio.
Piensa en las necesidades más críticas de tus empleados -problemas de salud, retos económicos o incluso una amenaza de muerte- e intenta satisfacerlas en la medida de lo posible.
Regla nº 3: Establecer prioridades y actuar con prontitud
Durante una crisis, las estrategias de tener una visión a largo plazo y planificar ese futuro no funcionan.
Hay que idear una nueva táctica en función de la nueva realidad y estar preparado para cambiar los planes en cualquier momento.
Sin embargo, es esencial establecer profesionales de la empresa y mantenerlos centrados.
A veces, esto significa que hay que renunciar a algunas direcciones de negocio o reducirlas significativamente, incluso si se ha estado trabajando en ellas con pasión durante mucho tiempo.
Mientras dirigíamos nuestros recursos y esfuerzos hacia la seguridad de los miembros de nuestro equipo y sus familias, sin saber qué pasará después, todo estará bien.
Debemos centrarnos en acciones que ayuden a nuestra empresa a mantenerse a flote durante la crisis y a seguir generando beneficios.
Esas decisiones reactivas nos ayudaran a atravesar tiempos turbulentos para el negocio, y al cabo de un par de meses, cuando todas las operaciones se estabilicen, retomamos nuevos proyectos.
Regla nº 4: Practicar la conciencia integradora y mantener un optimismo limitado
En otras palabras, mantén la confianza, no pierdas la esperanza, pero permanece en contacto con la realidad.
¿Cómo aplicarlo en la práctica cuando se dirige la empresa en condiciones de incertidumbre sin precedentes y se siente constantemente la ansiedad?
No hay una receta perfecta, pero observar cuidadosamente la realidad que cambia rápidamente y tus sentimientos al respecto puede ayudarte a mantenerte relativamente tranquilo y a no contagiar tu ansiedad al equipo. Según McKinsey, este enfoque se denomina conciencia integradora.
Permite a los líderes de todos los niveles percibir incluso los retos más complicados como problemas que pueden resolver y lecciones que todos pueden aprender.
Otro término fundamental para esta regla es el optimismo limitado.
De nuevo, se trata de ser sensible a las circunstancias de crisis graves, pero manteniendo una visión positiva para el futuro y dando al equipo un sentido de propósito y esperanza durante la crisis.
Regla nº 5: Mantener una comunicación transparente
Una crisis es un período en el que se tienen más preguntas que respuestas, y la mejor manera de comunicarla es siendo sincero.
Di a tu equipo no sólo lo que sabes, sino también lo que no sabes. Se claro sobre la situación actual y sus próximos movimientos para abordarla, y no temas mostrarte vulnerable.
Aunque tu eres el responsable de tus empleados, les dará mucha más esperanza y apoyo actuando como un ser humano real con el que pueden relacionarse.
A la larga, reconocer los problemas y comunicar abiertamente tus preocupaciones es mucho más eficaz que la supresión. Permite al equipo responder a los nuevos retos y crear ideas frescas y potentes para afrontarlos.
Regla nº 6: Adaptarse rápidamente
Nunca se puede estar completamente preparado para una crisis, aunque se haya pasado por ella una vez.
Por eso es importante desarrollar varios planes y estar preparado para que las cosas se salgan de control.
En este caso, tienes que hacerte a la idea, encontrar fuerza y estabilidad, y poner en marcha tu nuevo plan para combatir la crisis.
Aceptar que las cosas pueden ir mal aumenta, en última instancia, el nivel de resiliencia y las posibilidades de seguir siendo flexible y adaptable.
Atravesar una crisis con tu equipo es una prueba de fuego y una experiencia que cambia el juego de tu empresa.
Y lo mejor que puedes hacer para afrontarla preparado es empezar a cultivar el liderazgo en tu equipo a todos los niveles, invertir en el crecimiento de las personas y, por supuesto, trabajar en su concienciación, adaptabilidad y resiliencia.
Toma este aprendizaje como una prioridad, y estarás preparado prácticamente para todo.
Como dijo Nelson Mandela “La educación es el arma más poderosa que puedes utilizar para cambiar el mundo”.