Trabajar con tu cónyuge puede ser un reto, pero la mayoría de las veces es muy gratificante. Esto es lo que he aprendido y experimentado cofundando y dirigiendo un negocio en pareja.
Establecer un negocio exitoso con tu cónyuge y un matrimonio exitoso puede ser difícil.
Ambas relaciones -la laboral y la conyugal- conllevan sus propios retos, por no hablar de la dinámica de equilibrar ambas.
Una de las razones más importantes por las que trabajar con un cónyuge puede fracasar es que no coincidan en los objetivos empresariales y financieros.
Aunque trabajar con tu cónyuge o pareja puede ser un reto, también puede ser muy gratificante.
Cuando pueden trabajar juntos como un equipo, no sólo pueden encontrar el éxito juntos en su negocio, sino que también puede hacer que su relación sea más fuerte.
Dirigir un negocio con tu cónyuge no implica sacrificar tu matrimonio por la empresa. Con una comunicación adecuada, es posible tener éxito.
Es posible mantener un equilibrio trabajo-vida personal más adecuado que cuando se dirige la empresa en solitario.
El matrimonio implica volver a establecer prioridades para mantener una relación adecuada que puedas incorporar con éxito a la empresa.
He aquí algunos consejos que he aprendido trabajando con mi cofundador (y marido) en nuestra empresa de planificación financiera:
1. La comunicación es clave
Este es el aspecto más importante para trabajar juntos con éxito. Asegúrate de comunicar claramente tus necesidades y expectativas, y estar abierto a escuchar el punto de vista de tu pareja.
Mi marido y yo tenemos personalidades distintas y tomamos decisiones de maneras diferentes, así que hemos aprendido a comunicarnos eficazmente para estar en sintonía.
He aprendido a esperar que, en los dos minutos que tiene entre reunión y reunión, suelte rápidamente todo tipo de ideas y cosas que hay que hacer para sacárselas de la cabeza, y he tenido que formar a nuestro equipo sobre cómo organizarlas, delegarlas y llevarlas a cabo.
El ha aprendido que necesito tener en cuenta todos los ángulos de la información antes de tomar una decisión y que este proceso lleva más tiempo que tomar decisiones espontáneas.
Respeta que tu pareja pueda tener una forma diferente de enfocar las cosas e intenta verlo desde su perspectiva: que su estilo de comunicación (que incluye recibir información) puede ser diferente al tuyo.
2. Establece límites
Puede resultar difícil dejar el trabajo en la oficina cuando se trabaja con la pareja, pero es importante establecer límites.
Asegúrate de dedicarte tiempo a ti mismo y a tu relación fuera del trabajo. Esto puede ser difícil cuando ambos se apasionan por su negocio, pero es importante dedicarse tiempo el uno al otro y volver a las cosas que unieron su relación en primer lugar.
Mi marido y yo vamos juntos en coche al trabajo. Necesito la transición de la oficina a casa para relajarme mentalmente y prepararme para mi “otro trabajo” como madre.
Mi marido lo sabe y ha aprendido a dedicarme el tiempo que necesito. También intentamos pasar los fines de semana en familia y reducir al mínimo los temas de trabajo.
La verdad es que nos cuesta. A menudo el tema gira en torno a nuestro negocio, pero ambos sabemos que volver a otras pasiones e intereses que nos unieron por primera vez es importante para mantener fuertes nuestros cimientos, y es algo en lo que seguimos trabajando.
3. Definir roles
Al empezar, puede ser útil definir funciones y responsabilidades. Esto puede evitar confusiones y ayudar a mantener las cosas organizadas.
A medida que tu empresa crece, es posible que estas funciones cambien y evolucionen, pero es importante tener un punto de partida.
Mi marido y yo tenemos nuestras propias funciones definidas en nuestro negocio. Él se centra en la planificación financiera y el asesoramiento de inversiones, y yo en el marketing y las operaciones.
Ambos participamos en las relaciones con los clientes, pero esto nos proporciona una estructura con la que empezar.
A medida que nuestro negocio ha ido creciendo, hemos ido añadiendo personal y ampliando nuestras funciones, pero seguimos manteniendo esta estructura.
Nos ayuda a saber cuáles son los puntos fuertes de cada uno y dónde podemos concentrar nuestro tiempo y energía.
4. Recuerda ¿por qué empezó?
Es importante recordar por qué decidieron emprender juntos. ¿Cuál era su motivación? ¿Cuáles son sus objetivos para el negocio?
Tener estas cosas en mente puede ayudarte a superar los momentos difíciles y recordarte para qué estás trabajando.
Mi marido y yo creamos nuestra empresa porque queríamos ayudar a la gente a mejorar su calidad de vida.
Lo que descubrimos es que también queríamos crear una mejor calidad de vida para nuestra propia familia: queríamos tener más control sobre nuestro tiempo y nuestras vidas y estar ahí para nuestro hijo cuando creciera.
También queríamos crear un legado para nuestra propia familia. Tener estos objetivos en mente nos ayuda a superar los momentos difíciles, porque sin duda lo serán.
Recuerda ¿por qué estás trabajando? y que tienes a tu lado a una pareja estupenda que te ayudará a conseguir lo que has soñado.
Observación final
Trabajar con tu cónyuge tendrá sus retos, pero con la comunicación y los límites adecuados, podéis hacer que cualquier negocio tenga éxito.
Cuando compartes un objetivo común, puedes seguirlo independientemente de los retos porque sabes que cuentas con el apoyo de alguien en quien confías.