A pesar de las vacunas COVID-19 que se están distribuyendo, la inmunidad de grupo está todavía muy lejos, y los líderes están entrando en la fase más difícil de la pandemia hasta ahora. Veamos entonces como ser un líder remoto en 2021.
Motivar a los equipos cansados de los múltiples cierres -algunos de los cuales vuelven a educar a sus hijos en casa, otros se enfrentan a una mala salud mental y a una mayor ansiedad- e intentar hacerlo a través de una pantalla, no es una tarea fácil.
Sin embargo, incluso con las charlas cara a cara y las oportunidades de crear vínculos con el equipo fuera de la mesa, muchos líderes están aprendiendo e innovando en sus nuevas funciones, dando un paso adelante para construir lugares de trabajo digitales en los que la cultura puede prosperar fuera de las cuatro paredes de la oficina, utilizando herramientas de automatización para hacer el trabajo más significativo y comprobando el bienestar de sus empleados.
Mientras tanto, otros cometen errores, desplegando un software de control al estilo del “gran hermano” -es decir, sofisticadas máquinas de fichar- para espiar a sus empleados.
Tras haber dirigido una plantilla parcialmente, y ahora totalmente, remota durante más de 20 años, estas son las cosas más importantes que he aprendido:
1. Estar disponible y visible
Si estuvieras en la oficina, tendrías todo tipo de conversaciones, grandes y pequeñas, a lo largo de la jornada laboral: junto a la máquina de café, entrando y saliendo del edificio, preguntas rápidas al pasar por un pasillo.
Las conversaciones triviales y las interrupciones pueden parecer una de esas cosas de las que podríamos prescindir, pero forman parte de la sociabilidad (y, para los líderes, de la accesibilidad).
Sin ellas, podemos perder esa sensación de comunidad, de sentirnos conectados. No es de extrañar que los dos principales problemas de los trabajadores remotos sean la soledad y la comunicación.
Aquí puedes hacer varias cosas. En primer lugar, utiliza las redes sociales internas de la empresa. Los líderes que aparecen regularmente en los feeds, que interactúan con las publicaciones relacionadas y no relacionadas con el trabajo, que crean y comparten contenido, son generalmente más accesibles.
Manten el sentido del humor y no cierres nunca las conversaciones. ¿Por qué ibas a hacerlo si los equipos más unidos funcionan mejor y son más creativos?
Comprueba que las personas, sobre todo las que tienen dificultades, te escuchan. Considera la posibilidad de hacer público tu calendario para que la gente pueda concertar reuniones contigo más fácilmente. Y, por último, tómate el tiempo de decir “gracias” por un gran trabajo.
2. Confiar, no microgestionar
Un estudio realizado en 2020 durante la pandemia y publicado en Harvard Business Review, reveló problemas de confianza de los directivos: El 38% de los directivos cree que los trabajadores remotos suelen rendir peor que los de oficina, y el 22% no estaba seguro.
Una gran proporción, el 41%, también se mostraba escéptica sobre si los trabajadores remotos podrían mantenerse motivados a largo plazo, y otro 17% no estaba seguro.
Pero si se pregunta a los empleados, se obtiene una imagen completamente diferente. Un informe realizado en 2020 por Owl Labs descubrió que tres cuartas partes han sido igual de productivas o más cuando han trabajado desde casa durante la pandemia.
El problema suele ser que los directivos compensan en exceso la distancia, comprobando y controlando con tanta frecuencia que perjudica la productividad de su equipo.
Apretar las tuercas y acosar a la gente para que se ponga al día bajo el pretexto de “ponerse al día” de manera informal no engañará a nadie.
3. Fomenta el aprendizaje
Si estás cansado de aprender, estás cansado de la vida. Y resulta que volver a las aulas también es una gran técnica de distracción durante una pandemia mundial.
Tus empleados saben mejor que nadie en qué tienen que trabajar para prosperar en sus funciones, así que si ofreces un presupuesto para formación, puedes asegurarte de que tu gente mejora continuamente y no se estanca. Además, tu empresa se beneficia de todos esos nuevos conocimientos.
También hay razones de peso para formar a los empleados en las habilidades necesarias para el trabajo a distancia.
La encuesta antes mencionada preguntaba a los empleados qué les haría más eficaces como trabajadores remotos. La respuesta más alta (32%) fue: la educación a distancia.
4. Tómate en serio la salud mental
Según una investigación, el 60% de los adultos y más de dos tercios de los jóvenes (68%) afirmaron que su salud mental empeoró durante el confinamiento.
Hoy en día, ninguna empresa puede permitirse el lujo de ser frívola o reactiva en este tema.
Aunque conlleva innumerables ventajas, el trabajo a distancia tiene una contrapartida: además de la soledad que hay que afrontar, existe un sentimiento de culpa que hace que algunos trabajen más horas.
Además de promover un equilibrio saludable entre la vida laboral y la personal a nivel interno, también puede asegurarse de que los beneficios de sus empleados sean adecuados para una fuerza de trabajo remota. Esto incluye la provisión de salud mental.
5. Se curioso con la tecnología
El trabajo a distancia masivo sólo puede darse gracias a los avances tecnológicos y, hoy en día, las opciones van mucho más allá de las reuniones por vídeo y la mensajería instantánea.
Por ello, cada vez más líderes empresariales buscan ecosistemas en los que todo pueda ocurrir en un solo lugar. Una encuesta de 2017, realizada por VMWare y Forbes Insights, descubrió que los empleados empoderados digitalmente son un 34% más eficientes y el 87% de los líderes de TI creen que estos empleados pueden impulsar al menos un 5% de crecimiento adicional de los ingresos en tres años.