La Generación Z, la más vieja que ahora alcanza los 21 años de edad, no tiene memoria de un mundo sin tecnología. Veamos entones algunas estrategias para atraer a las nuevas generaciones de estudiantes!
Son autodidactas y pueden procesar la información a un ritmo nunca visto. Los de la Generación Z son excelentes estudiantes siempre y cuando las estrategias de enseñanza satisfagan sus necesidades únicas.
Cómo atraer a las nuevas generaciones de estudiantes
Con un fácil acceso a la información mundial, la Generación Z busca ambiciosamente el conocimiento a través de la tecnología que está arraigada en su experiencia cotidiana.
No ven la tecnología como una herramienta; para un aprendiz de la Generación Z la tecnología es una parte normal de la vida.
Lo que los hace diferentes de sus predecesores es su potencial para construir soluciones a problemas educativos o sociales con la tecnología que les permite enviar mensajes de texto, transmitir, publicar, chatear, crear, conectar, escuchar y explorar a voluntad.
¿Cómo hace un profesor del siglo XXI para instruir y comprometerse con un grupo de estudiantes tan poderoso que tiene información y tecnología ilimitada a su alcance?
El alumno de la Gen Z
El estudiante medio de la Gen Z que entra en la universidad hoy en día tiene…
- Una excesiva confianza en la tecnología y acceso a cualquier información las 24 horas del día, los 7 días de la semana.
- Problemas para distinguir los hechos de las opiniones, y un sentido de derecho a que cualquier cosa en Internet esté disponible.
- Un filtro de atención de 8 segundos y la necesidad de una respuesta inmediata.
- Una propensión a ser ‘generalistas’ vs. ‘especialistas’.
- Una tendencia a pensar de forma no lineal, y preferir construir más bien ser instruido.
Muchos profesores utilizan la tecnología y emplean el modelo de aula volteada para la instrucción, pero la clave para conectar con este tipo de alumno no sólo reside en la entrega del contenido, sino en la conexión con las experiencias del mundo real.
Debido a que los Gen Z dependen demasiado de la tecnología para responder a sus preguntas y para mantener las conexiones sociales, no tienen tiempo para retrasos.
La instrucción asistida por tecnología debería funcionar sin problemas.
Exigen acceso inmediato a las conexiones sociales, la retroalimentación y el contenido debe estar disponible de inmediato para pasar a través de ese filtro de 8 segundos y capturar su enfoque.
Un estudiante promedio de la Gen Z puede realizar varias tareas a través de 5 dispositivos a la vez.
Socialmente, pueden conectarse con cualquier persona, desde celebridades hasta el presidente de los Estados Unidos y un colega en todo el mundo, y debido a esa conexión, pueden tener una tendencia a dejar que su red social influya en su pensamiento.
Como profesor, es importante enseñarles a discernir entre hechos y opiniones y a evaluar críticamente las fuentes a través de las modernas técnicas de alfabetización informática.
Los alumnos del Gen Z desean experiencias de aprendizaje breves, significativas y efectivas y, en general, ven los temas y las tendencias desde una perspectiva global.
El mundo no se les oculta, y por lo tanto buscan soluciones a los problemas basándose en el panorama general, lo que puede formarles en generalistas (saben un poco de todo) frente a especialistas en un área temática.
Alfabetización de la información
Con los motores de búsqueda, Wikipedia, YouTube y otros sitios de medios sociales como lugares donde la Generación Z obtiene información, la investigación se ha vuelto menos sobre el proceso de adquisición de conocimientos y más sobre la búsqueda rápida de la respuesta necesaria para una tarea.
El conocimiento infinito está disponible al toque de una pantalla, lo que puede plantear desafíos cuando se enseña acerca de la credibilidad de las fuentes; la búsqueda superficial en Google produce información conveniente que puede o no ser creíble.
El estudiante de la Gen Z está expuesto a la información en primer lugar a través de la tecnología y muchas veces sin orientación, ya que cualquier tema está a sólo una búsqueda de distancia.
Habilidades como la evaluación crítica y la capacidad de juzgar el contenido por lo que vale son imperativas.
El contenido en Internet es ampliamente generado por los usuarios, lo que presenta consecuencias favorables y desfavorables: Fácil acceso a la información académica, así como el acceso a información falsa o no creíble.
La enseñanza de la alfabetización informativa en todo el plan de estudios es una necesidad desde el jardín de infancia hasta la educación superior, pero los días de verter libros en una biblioteca física o incluso una lenta base de datos de la biblioteca no es lo que esta generación está acostumbrada.
Los maestros tienen ahora la responsabilidad de enseñar habilidades que permitan a los más esbeltos examinar la información para determinar su exactitud y relevancia.
A lo largo de todo el plan de estudios, la enseñanza de técnicas de búsqueda adecuadas, la evaluación de las fuentes, el uso de bases de datos y la síntesis de una gran cantidad de contenido es una necesidad.
Conexiones sociales
Se den cuenta o no, los Gen Zers están usando sus conexiones sociales como herramientas de aprendizaje. Esta generación está acostumbrada a relaciones intensas que no se limitan a un aula.
Tienen acceso a su círculo social las 24 horas del día, los 7 días de la semana, a través de la tecnología, y el aprendizaje participativo es algo cotidiano, si no cada minuto.
Lo que están haciendo/sintiendo/aprendiendo es de conocimiento público a través de un correo, y los compañeros colaboran fácilmente a través de la tecnología.
Juntos, esta generación aprende colectivamente a través de los canales de YouTube, la transmisión en directo, la conservación de contenidos y la influencia social.
Para un estudiante de la Gen Z, no hay una fuente de conocimiento llamada “experto”… la pericia reside en el conocimiento colectivo. Además, uno puede ser autodidacta en el tema que desee a través de su red.
Un instructor que cree que la enseñanza efectiva ocurre a través del método de “sabio en el escenario” no involucrará a este tipo de aprendiz.
El Gen Z es escéptico; exige pruebas, opiniones de los demás y la posibilidad de formar parte del proceso de aprendizaje, no de aprender como un espectador pasivo.
Necesitan recompensas y retroalimentación que cambien con frecuencia y la oportunidad de mostrar lo que han creado en un foro público, tanto en persona como en línea.
La medida del conocimiento de uno tiende menos a la educación formal y más a las habilidades; estos estudiantes piensan espacialmente y en 4D.
Involucrando a los estudiantes de la Gen Z
La experiencia de aprendizaje es importante para un estudiante del Gen Z.
¿Por qué se inclinarían a sentarse durante una larga conferencia, cuando pueden ver el mismo contenido a través de múltiples y atractivos podcasts o videos?
¿Cómo podemos involucrar a este estudiante sin comprometer el proceso educativo?
- En primer lugar, permitiéndoles usar la tecnología y aprovechar su impulso de autoaprendizaje. En lugar de quitar los dispositivos en el aula, incorpórelos a actividades que promuevan la búsqueda de información creíble.
- Construir una comunidad social más allá de las paredes del aula. Recuerden que un estudiante de la Gen Z está atado a su red social. Póngase a disposición a través de aplicaciones sociales para preguntas. Para algunos estudiantes, esta puede ser la única manera en que se sienten cómodos haciendo preguntas.
- Muéstreles que el contenido que están aprendiendo tiene relevancia a escala mundial. Estos alumnos son prácticos, inteligentes y prosperan ante un buen reto, especialmente cuando éste refleja sus intereses personales y va acompañado de una gratificación instantánea.
- Por último, sea breve y capture su atención con imágenes. La Generación Z prefiere el microaprendizaje; con tanta información tratando de pasar su filtro, sobresalir del ruido es clave para el compromiso. Manteniéndolo simple, pero despertando su curiosidad puede engancharlos para que presten atención a su misión.
La conclusión es que las prácticas educativas tradicionales requieren un cambio profundo para satisfacer las necesidades de esta generación.
El Gen Z quiere ser parte del proceso de aprendizaje, no espectadores pasivos. Son aprendices ingeniosos cuya capacidad de atención se ve obstaculizada por un constante bombardeo de información.
Lo compensan con su creatividad, sus habilidades de autodescubrimiento, la velocidad de procesamiento de la información y la capacidad de manejar experiencias de aprendizaje multidimensional.