La Web3 exigirá una reevaluación del funcionamiento de la experiencia de usuario. Al igual que los modelos de UX de la Web 2.0 y el considerable énfasis en los usuarios móviles.
Aunque el futuro parece prometedor para la aparición de soluciones Web3, está claro que habrá una serie de retos. Esos retos pueden afectar la adopción de esta tecnología a medida que avanza hacia su adopción generalizada.
Naturalmente, las grandes barreras a la adopción pueden ser fatales para el desarrollo de una tecnología. A menos que la recompensa haga que merezca la pena superarlas. La promesa de la Web3 es tal que ya se están creando soluciones.
Como muestra este diagrama, la Web3 representa la próxima iteración de Internet. Evolucionará más allá de su predecesora, centrada en las redes sociales y la computación basada en la nube.
La Web3 se caracterizará por servicios de inteligencia artificial, descentralización y edge computing.
Al igual que con la transición de la Web 2.0 a la Web 3.0, este paso implicará un cambio fundamental. El cambio será la forma en que los usuarios interactúan con los elementos web y los servicios en línea.
Al igual que los modelos de UX socialmente optimizados de la Web 2.0 y un énfasis considerable en los navegadores basados en móviles, la Web 3.0 requerirá una reevaluación de cómo funciona la experiencia del usuario.
Esto planteará invariablemente nuevos retos, soluciones y oportunidades.
Profundicemos en los retos a los que se enfrentan los modelos de UX en la era de la Web 3.0:
Rediseñar la rueda
La era de la Web 3.0 se caracteriza por las aplicaciones descentralizadas (dApps). Aunque los principios de esta nueva iteración de Internet son muy funcionales en su concepto, habrá que trabajar para garantizar que las interacciones sean sencillas y receptivas para los usuarios.
Uno de los principios fundamentales de la Web 3.0 será la tecnología blockchain.
Algunas de las funciones básicas de blockchain pueden implicar mecanismos de consenso, intercambio de activos digitales, tasas de gas para las transacciones y claves privadas, entre otros términos que probablemente resulten inusuales para los nuevos usuarios.
Por ello, el principal reto para los desarrolladores de la Web 3.0 es incorporar estas nuevas tecnologías a un diseño funcional que sea fácil de entender, pero lo suficientemente completo como para adaptarse a estas tecnologías en auge.
Diseñar recorridos fáciles de seguir para los clientes de productos financieros descentralizados implicará replantearse muchos embudos establecidos y elementos básicos de UX.
Por ejemplo, los protocolos DeFi a menudo pueden funcionar mediante el uso de criptomonedas que funcionan con tarifas fluctuantes de “gas” que aprovechan las transacciones.
Esto significa que es esencial crear un modelo de UX que mantenga informados a los usuarios sobre estas comisiones dinámicas.
A la hora de crear interfaces que apoyen los principales avances de la Web 3.0, como las futuras iteraciones del metaverso, es fundamental que los diseñadores incorporen experiencias fáciles de usar y las combinen con la tecnología que impulsará la próxima generación de Internet.
Aunque es probable que en un futuro próximo veamos muchos diseños de páginas muy variados. Estamos preparados para ver enfoques de UX más estandarizados a través de la prueba, el error y los enfoques de pruebas multivariantes.
Priorizar la facilidad de uso
Uno de los mayores problemas a los que se enfrenta el sector de las criptomonedas, y posiblemente el mayor obstáculo para su adopción en la actualidad, es que la complejidad de la tecnología es una barrera importante a la hora de introducirse en el uso generalizado.
Cuando la Web 3.0 empiece a afianzarse, veremos un nivel mucho mayor de adopción de criptomonedas.
Aquí, la usabilidad impulsada por los desarrolladores tendrá que dar paso a una funcionalidad fácil de usar.
Ya hay pruebas de que se está produciendo este cambio. Muchas bolsas de criptomonedas ahora usan códigos QR para enviar transacciones en lugar de copiar y pegar las direcciones.
Hoy en día, el mero hecho de configurar un monedero de criptomoneda puede infundir miedo a los usuarios.
Recitar cuidadosamente largas direcciones de monedero y claves privadas puede forzar muchos abandonos del proceso, con usuarios demasiado temerosos de las consecuencias de equivocarse y perder dinero.
dappOS
Afortunadamente, aplicaciones descentralizadas como dappOS se erigen como ejemplos de soluciones sólidas. Solución dirigida a la complejidad de las transacciones seguras en el panorama de la Web 3.0.
Con dappOS, un proyecto miembro del Binance Incubation Program Season 5, las cuentas de usuario son en realidad:
- contratos blockchain controlados por la firma del usuario,
- liberando a los usuarios de obstáculos como las confusas frases de recuperación y la necesidad de utilizar varias cuentas.
En cambio, dappOS también puede ayudar a los clientes a restablecer sus cuentas a través de una agencia de terceros o procesos de KYC.
Además, los clientes pueden hacer la transacción de cadena cruzada a través de diferentes tokens/activos o implementación fácilmente sin cambiar la cadena en la cuenta unificada.
Esto significa que cualquier persona sin conocimientos técnicos ni de criptografía puede acceder a las dApps.
Los titulares de monederos de criptodivisas también pueden beneficiarse de un monedero respaldado por contratos inteligentes que permite una interacción fluida con nodos de terceros para ayudar a los usuarios a interactuar con cadenas públicas.
Con cada monedero virtual, la dirección del propietario quedará registrada cuando se despliegue la plataforma y todo lo que se necesitaría para realizar una transacción es una firma virtual.
Gestión de expectativas
A medida que maduraba la Web 2.0, los usuarios se han acostumbrado a:
- ver objetos digitales diseñados de forma muy atractiva y
- fácil de usar.
Esto ha elevado los estándares y las expectativas ante la llegada de la Web 3.0.
Corresponde a los diseñadores de UX satisfacer estas expectativas que quizá no existían cuando la Web2 surgió de la Web1.
En los próximos años, no bastará con diseñar una experiencia fácil de usar. Sino que tendrá que ser visualmente atractiva y muy envolvente.
Las exigencias aumentarán las expectativas de velocidad, funcionalidad y rapidez en la introducción de mejoras.
Preparar el terreno para la aceptación
Conviene recordar que la Web 3.0 es un nuevo desarrollo tecnológico. Pasarán muchos años antes de que se produzca su adopción generalizada.
En la actualidad, los usuarios siguen sin entender esta nueva iteración de Internet o no se sienten seguros utilizándola.
Los diseñadores de UX de la era de la Web 3.0 tendrán que crear sus aplicaciones teniendo esto en cuenta. Dar prioridad a generar confianza en el usuario antes de intentar dar rienda suelta a sus ambiciones.
Teniendo esto en cuenta, quizá sea una buena idea que los desarrolladores estén atentos a las primeras interpretaciones de los modelos de experiencia de usuario de la Web 3.0 para el futuro.
En un panorama que aún está en ciernes, conviene recordar que cada reto se enfrenta a enormes posibilidades.