La inteligencia emocional en la empresa es fundamental, ya que ayuda a los trabajadores a entender y regular sus propias emociones cuando están cerca de sus compañeros.
El lugar de trabajo puede ser un entorno volátil, lleno de estrés, presión, ansiedad e incluso drama de vez en cuando. También puede ser un lugar de felicidad, satisfacción y entusiasmo.
Todas estas facetas pueden influir en cómo se siente una persona en un momento dado, y la gestión de esos sentimientos indica su nivel de inteligencia emocional (IE).
La inteligencia emocional en el lugar de trabajo contribuye a la forma en que las personas manejan sus relaciones profesionales.
Una oficina en la que haya una sola persona con una baja gestión de la IE puede sufrir un aumento de los conflictos en el lugar de trabajo, una disminución del rendimiento y una alta rotación de personal.
Por otro lado, los equipos con personas de alta inteligencia emocional tendrán un mejor rendimiento, mayor satisfacción en el trabajo y mejores tasas de retención de empleados.
En este artículo, aprenderás qué es la inteligencia emocional, por qué es importante en el lugar de trabajo, ejemplos de inteligencia emocional baja y alta, y cómo mejorar sus diferentes características.
La inteligencia emocional: Un concepto nuevo
No es de extrañar que los directivos de las empresas estén empezando a adoptar la idea de la inteligencia emocional en el lugar de trabajo.
La inteligencia emocional es un concepto relativamente nuevo que las organizaciones están empezando a tener en cuenta a la hora de gestionar sus lugares de trabajo. Peter Salovey y John Mayer, dos profesores de Estados Unidos, pusieron en marcha el concepto en 1990.
Descubrieron, a través de sus investigaciones, que algunas personas eran mucho mejores para identificar lo que sentían otras personas y eran capaces de resolver problemas relacionados con estas emociones.
La inteligencia emocional acabó ganando un amplio reconocimiento en 1995 gracias a la publicación de Inteligencia Emocional de Daniel Goleman. Goleman escribió su libro basándose en parte en la investigación de Salovey y Mayer. El libro se convirtió en un bestseller internacional y las empresas no tardaron en querer adoptar las ideas y aplicarlas en sus lugares de trabajo.
¿Por qué es importante la inteligencia emocional?
La antigua forma de pensar hacía hincapié en el coeficiente intelectual de una persona. Si alguien tenía un coeficiente intelectual alto, significaba que era altamente empleable.
Esta idea se ha transformado en los últimos años, ya que cada vez más organizaciones se dan cuenta de que se necesita algo más que un alto coeficiente intelectual para que alguien sea un trabajador excelente.
Sí, las organizaciones siguen queriendo contratar a personas inteligentes, pero es aún más importante un empleado que sepa desenvolverse en el entorno de la oficina con todos sus altibajos.
En este sentido, la inteligencia emocional puede ser un factor más importante para el éxito que el coeficiente intelectual.
Lo que han descubierto los investigadores
Los ejecutivos están comprendiendo rápidamente la importancia de la inteligencia emocional en el lugar de trabajo.
En una encuesta reciente, más del 40 por ciento de los líderes afirmaron que la inteligencia emocional sería una habilidad “imprescindible” en los próximos tres años.
Otras investigaciones indican por qué los ejecutivos quieren que sus empleados tengan inteligencia emocional en el trabajo.
He aquí un rápido vistazo a algunas de las cifras:
- Un estudio de la Universidad de Berkeley determinó que la inteligencia emocional era cuatro veces mejor para predecir el éxito de una persona que la medición del coeficiente intelectual.
- Por término medio, quienes tienen una inteligencia emocional alta ganan 29.000 dólares más que las personas que tienen una inteligencia emocional baja.
- Cuando se observa a las personas con mayor rendimiento en las empresas, el 90 por ciento de ellas tienen altas puntuaciones de inteligencia emocional.
- Un estudio interno de PepsiCo descubrió que los gerentes con alta inteligencia emocional en el trabajo superaban sus objetivos de ingresos anuales hasta en un 20 por ciento.
A partir de estas estadísticas y muchas más, no es de extrañar que las empresas se hayan interesado por contratar a personas que demuestren una alta inteligencia emocional. Quieren ver que sus equipos rinden más y manejan los conflictos de forma madura.
A medida que más organizaciones entienden por qué la inteligencia emocional es importante, se ha vuelto cada vez más importante para las personas desarrollar las características de alguien con una alta puntuación de Inteligencia Emocional.
Características de la inteligencia emocional
Es fácil decir que las empresas deben hacer todo lo posible para contratar a personas emocionalmente inteligentes. Otra cosa es reconocer cómo actúa una persona emocionalmente inteligente.
Para entender mejor la inteligencia emocional en el lugar de trabajo, una comparación puede ayudar.
Echemos un vistazo a dos personas ficticias, una que muestra una baja inteligencia emocional en el trabajo y otra con una gestión de la IE muy desarrollada.
Alguien con baja inteligencia emocional
Pablo trabaja en marketing para una importante agencia. Aunque su trabajo es encomiable, la gente en el lugar de trabajo tiende a evitarlo.
Hace la mayor parte de su trabajo solo y no quiere formar parte de un equipo, diciendo que lo prefiere así. Puede comunicarse con los demás, pero gran parte de su comunicación, tanto verbal como por correo electrónico, se realiza de forma agresiva o pasiva.
Cuando la gente comparte opiniones con él, suele rechazarlas de plano o es muy crítico. Lo más preocupante es que cuando algo va mal, se niega a asumir la responsabilidad.
A menudo se hace pasar por la víctima e insiste en que los demás tienen la culpa.
Alguien con alta inteligencia emocional
Jorge dirige el departamento de ventas de una empresa de SaaS en crecimiento, y a todo el mundo le encanta trabajar para y con el.
Sabe cómo resolver los problemas y siempre promueve un ambiente de positividad en el lugar de trabajo. Jorge se enfrenta a situaciones de mucha presión todo el tiempo, pero consigue mantener la calma y la serenidad por mucho estrés que experimente. Sabe cómo manejar situaciones difíciles.
Jorge empatiza con sus compañeros de trabajo, comprendiendo lo que sienten. Por ello, se ha ganado la reputación de resolver conflictos.
También escucha atentamente las críticas y responde de forma constructiva, buscando siempre formas de mejorar su ya excelente trabajo.
Elementos de la inteligencia emocional en el trabajo
Daniel Goleman, cuando popularizó por primera vez la inteligencia emocional, desglosó el concepto en cuatro elementos: autoconciencia, autorregulación, empatía y habilidad social.
Las investigaciones posteriores han ampliado esta idea, y algunos expertos han incluido la motivación como un elemento adicional.
Todos estos elementos separados funcionan en conjunto para promover una alta inteligencia emocional en el lugar de trabajo.
Autoconciencia
El elemento de autoconciencia implica la capacidad de reconocer los propios sentimientos y emociones. Las personas con un alto grado de autoconciencia prestan mucha atención a cómo se sienten en cada momento.
Comprenden que sus emociones influyen mucho en su respuesta a determinadas situaciones. Saben que tomar una decisión repentina en un momento de gran emoción puede tener consecuencias negativas en el futuro.
La autoconciencia también implica observar cuáles son los puntos fuertes y débiles de una persona. Quizás alguien sepa que le cuesta comunicarse con los demás, lo que le hace ser consciente de lo que debe cambiar.
Cómo mejorar el autoconocimiento en el lugar de trabajo
- Habla con los empleados y escucha lo que tienen que decir.
- Evaluar las debilidades emocionales.
- Crea una rutina matutina que te ponga de buen humor para empezar el día.
- Evite tomar decisiones en un momento emocional álgido.
- Crea un programa diario que garantice que el trabajo se realiza con antelación.
Autorregulación
Después de que una persona sea consciente de sus emociones, tiene que aprender a regularlas. La autorregulación consiste en gestionar los propios sentimientos y aprender a adaptarse a las distintas situaciones.
Piensa en la autoconciencia como una planificación y en la autorregulación como la ejecución del plan. Con la autorregulación, las personas aprenden a controlar sus emociones en lugar de permitir que sus emociones las controlen.
Cómo mejorar la autorregulación en el trabajo
- Entiende que muchas cosas están fuera de tu control.
- Aliviar el estrés con pasatiempos o ejercicios de meditación.
- Tómate un momento para hacer una pausa antes de responder a las críticas.
- Denuncia los entornos tóxicos de forma constructiva.
Empatía
Quienes demuestran inteligencia emocional en el trabajo muestran un alto grado de empatía. Ser empático significa ser capaz de ver por lo que están pasando otras personas. Eso significa entender cómo se sienten.
Esto es especialmente importante a la hora de tomar decisiones empresariales que afectan a las personas de formas muy diferentes.
Empatizar con los demás también implica leer las señales verbales y no verbales de los compañeros de trabajo, ya que no siempre dicen directamente cómo se sienten.
Cómo mejorar la empatía en el trabajo
- Tómate el tiempo necesario para ver una situación desde el punto de vista de otra persona.
- Enumera los posibles resultados de una decisión y cómo afecta a los miembros del equipo.
- Conoce a tus empleados.
- Reconoce las aportaciones de los demás y agradéceles que expresen su opinión.
- Elogia regularmente el trabajo de los demás.
Motivación
El elemento de motivación implica lo que impulsa a una persona. Hay muchas fuentes de motivación, como la riqueza, la fama y el poder, pero para las personas con alta inteligencia emocional, el simple hecho de hacer un buen trabajo es suficiente para que se levanten cada mañana. Su motivación proviene de disfrutar de lo que hacen. Siguen sus pasiones y les encanta alcanzar los objetivos que se proponen. En otras palabras, su motivación es intrínseca y no extrínseca.
Cómo mejorar la motivación en el trabajo
- Céntrate en lo positivo.
- Sigue lo que te apasiona.
- Practica una actitud optimista.
- Evita perseguir recompensas materiales.
Habilidades sociales
Quienes quieran trabajar para tener una inteligencia emocional elevada deben concentrarse en mejorar las habilidades sociales. Este elemento implica saber cómo reaccionar en situaciones sociales.
Si el momento requiere palabras de ánimo, dáselas. Si hay una situación en la que sería más importante escuchar, te tomas un momento para escuchar.
Las personas con grandes habilidades sociales dicen las cosas correctas en el momento adecuado. Comunican sus ideas para que los demás puedan entenderlas.
Cómo mejorar las habilidades sociales en el trabajo
- Practicar la oratoria, como hablar delante de un espejo.
- Sea un oyente activo en todo momento.
- Presta atención a las señales no verbales de los demás.
- Ayudar a resolver los conflictos en el lugar de trabajo siempre que surjan.
Los beneficios de la inteligencia emocional en el trabajo
Casi todos los aspectos de las operaciones empresariales sienten el impacto de la inteligencia emocional. Tomemos como ejemplo la comunicación.
Un lugar de trabajo que experimenta una baja inteligencia emocional encontrará rápidamente dificultades de comunicación. La gente no confiará en que los demás entiendan lo que dicen o cómo se sienten.
Como resultado, los trabajadores tienden a encerrarse, comunicándose con los demás sólo cuando es necesario. Esto es por miedo a salir perjudicados de alguna manera.
Por otro lado, los empleados de los lugares de trabajo que valoran una alta inteligencia emocional se benefician de una gran comunicación.
Los trabajadores intercambian ideas constantemente y no sufren malentendidos ni comentarios inapropiados.
Sin embargo, los beneficios se extienden más allá de la comunicación e incluyen una mejor toma de decisiones y un mayor rendimiento.
Potenciar la inteligencia emocional mediante la formación
Para las empresas que experimentan problemas derivados de una baja inteligencia emocional, la formación podría ser la respuesta.
Esto podría hacerse a través de medios más informales, como una relación de mentores. Los mentores pueden guiar a los trabajadores, ayudándoles a saber dónde pueden tener dificultades. También enseñan a los miembros del equipo a gestionar su IE y les ayudan a comprender su importancia general.
La formación en inteligencia emocional también puede darse a través de talleres organizados por la organización. A través de estos talleres, los empleados pueden aprender a reconocer sus emociones, a manejar situaciones difíciles, a comunicarse como profesionales, a mejorar la sensibilidad y a manejar el estrés emocional. También puede darse a través de cursos online.
Sea cual sea la elección de las empresas, la formación debe ser continua, con revisiones periódicas para asegurarse de que todo el mundo está en la misma línea.
La inteligencia emocional es para todos
Si una sola persona en el trabajo tiene una baja inteligencia emocional, esto afecta a todos. La inteligencia emocional debe provenir de todos los puestos de la empresa.
Por esta razón, los gerentes, los trabajadores de nivel básico, los ejecutivos, los jefes de departamento, los representantes de RRHH y otros deberían trabajar para mejorar su inteligencia emocional.
A medida que aumenta la diversidad en el lugar de trabajo, esto debe ser un esfuerzo de equipo o surgirán conflictos y malentendidos. Con un lugar de trabajo de alta inteligencia emocional, las personas pueden trabajar en un entorno laboral positivo en el que todos se preocupan por el éxito y la felicidad de los demás.
Eso hace que la vida profesional sea mejor para todos.
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